ORACIÓN JUNTO A LA SEPULTURA DE LOS FAMILIARES
Monición
Junto a la sepultura de nuestros familiares, dirigimos nuestra oración a Dios, que nos ama, y con fe recordamos a nuestros seres queridos con la esperanza firme de la resurrección. Que Dios, en su infinita misericordia, les cuente entre sus santos y elegidos en el cielo, y a nosotros nos sostenga con su gracia. Recemos con confianza:
Señal de la Cruz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. R. Amén
Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad. R. Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad
Salmo 22
R. El Señor es mi pastor nada me falta
El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar,
me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. R.
Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R.
Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.
Lectura
Yo sé que está vivo mi Redentor
Lectura del libro de Job. 19, 1. 23-27a
Respondió Job a sus amigos: ⸺«¡Ojalá se escribieran mis palabras, ojalá se grabaran en cobre, con cincel de hierro y en plomo se escribieran para siempre en la roca! Yo sé que está vivo mi Redentor, y que al final se alzará sobre el polvo: después que me arranquen la piel, ya sin carne, veré a Dios; yo mismo lo veré, y no otro, mis propios ojos lo verán».
Oración de intercesión
Invoquemos a Cristo, que con su muerte y su resurrección arrancó a los hombres del poder de la muerte:
Que nuestros hermanos vivan eternamente en la paz junto a ti
R. Señor, ten piedad.
Que participen contigo de la felicidad eterna de los santos.
R. Señor, ten piedad.
Que contemplen tu rostro glorioso y tengan parte en la alegría sin fin.
R. Señor, ten piedad.
Oh, Cristo, acógelos junto a ti con todos los que nos han precedido.
R. Señor, ten piedad.
Lucernario.
Se enciende una vela y se reza
Junto a la sepultura de nuestros familiares encendemos, oh Cristo, esta llama, símbolo de tu cuerpo glorioso y resucitado; que el resplandor de esta luz ilumine nuestras tinieblas y alumbre nuestro camino de esperanza, hasta que lleguemos a ti, oh claridad eterna, que vives y reinas, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
R. Amén.
Padrenuestro
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
Oración final
Escucha con bondad, Señor, nuestras súplicas, para que al confesar nuestra fe en tu Hijo resucitado de entre los muertos, se afiance también nuestra esperanza en la futura resurrección de nuestros familiares difuntos. Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.
Dales, Señor, el descanso eterno.
R. Y brille sobre ellos la luz eterna.
Descansen en paz.
R. Amén.
Que nuestros familiares difuntos y todos los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz.
Bendición
Que el Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal, y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.